Perdiendo peso como los pollos enjaulados, mi grano, mi grano, por favor...
Que más puedo decirte, es un laberinto, una sombra que salta hacia atras, un sueño encerrado en una concha azul.
Yo la veia, ahí estaba cantando, su cuerpo sudado, esa cara a medio desmaquillar. Mi cuerpo se hinchaba y se hacia más grande a su lado. Ella, hacia las veces de mala anfitriona y me ignoraba poniendo en ello toda su atención.
Si yo tuviera algún interés en enamorarte, habria colocado mi pensamiento junto a tu voz, es solo eso, una mirada, la visión de tu cuerpo que ya no es tuyo.
Lo siento, olvide que vine descalzo.